[Reseña | Libro] Buscando a Alaska

Argumento:

Cansado de su aburrida existencia, Miles, de 16 años, se muda a un colegio internado para ir en busca de lo que el poeta Rabelais llamó el “Gran quizá”. Ahí, su recién descubierta libertad y una enigmática chica, Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Pero cuando Miles siente que está por alcanzar su objetivo, una tragedia inesperada amenaza con arrebatárselo.

Después de un par de semanas en que he contestado los comentarios demasiado atrasada (perdón por ello) y publicado de forma aún más atrasada, creo que al final me está llegando la época de volver a ponerme al corriente pues ya estoy en la recta final antes de las muy anheladas vacaciones 😀 . Sin más:

La mayoría de las novelas juveniles que han pasado por mis manos son préstamos, resulta que tengo un pésimo instinto para elegir títulos de esta especie y más de una vez he terminado llevando a casa horrores que no sospecho encontrar tras portadas que lucen tan inocentes. Por ello le pido a algunos de mis conocidos que me dejen por un rato tal o cual libro o directamente los saco de la biblioteca. He encontrado ratos muy gratos, como con la trilogía de Los juegos del hambre, que si bien tiene sus fallos y no va a cambiar tu forma de ver el mundo, de que te entretiene, te entretiene. O mejor aún, uno encuentra joyas como La ciudad de las Bestias de Isabel Allende. Creo que hay una marcada diferencia entre las obras juveniles que ya tienen sus añitos y las actuales. He llegado a un punto en el que no sé si cuando voy a comenzar a leer uno de estos libros tengo demasiados prejuicios o voy sin expectativas preparada para todo.

Buscando a Alaska me llegó como un must de parte de una prima, así que me di a la tarea de leerlo. Lo terminé en una tarde (tiene relativamente pocas páginas). Para resumir todo lo que vendrá a continuación: es un libro bueno y entretenido pero no mi tipo de libro. Imagino porqué podría gustarle a las personas, para conmigo es terriblemente discordante y tiene muchos detalles que simplemente no me gustan.

El estilo de John Green es fresco y ágil, te impulsa a no cesar de pasar las páginas hasta terminar de leerlo por completo. Maneja un humor bastante simpático (aunque de nuevo, muchas veces no compatible conmigo) y sus personajes están correctamente construidos.

Buscando a Alaska, al igual que en su edición que incluye un laberinto (ya no sé cuál es la original, a mí me llegó en la que asemeja la portada de Bajo la misma estrella) trata esa falta de identidad ligada a la adolescencia, el no saber qué pasará más adelante donde todo es una nueva experiencia. La verdad sea dicha, este tema no me resulta el más interesante del mundo pero reconozco que John Green lo manejó con bastante naturalidad y coherencia. La historia, desde mi punto de vista, se contagió de este mismo hecho teniendo altos y bajos por igual, hay escenas muy sencillas como también otras que son toda una puesta en escena. El peculiar hobby del protagonista, aprender las últimas palabras de personajes célebres, fue lo que más interesante me resultó del libro por no decir lo único.

Buscando a Alaska peca de un tópico que aun desde mi breve y poco profunda incursión en el mundo de la literatura juvenil actual no me costó mucho descubrir y que reza así: Protagonista aburrido/carente-de-motivación/dañado es «rescatado» por personaje secundario que se convierte en su interés amoroso.

Para explicar mejor este punto citaré algunos ejemplos comenzando con [música tétrica seguida de la caída de un rayo] Crepúsculo, (descuiden, no estoy diciendo para nada que Buscando a Alaska sea tan mala como éste), en Crepúsculo encontramos el tópico del que hablo: Bella es una chica aburrida cuya vida está fragmentada, se ha mudado a una ciudad cuyo clima odia, etc, etc… entonces llega Edward, un ser misterioso e interesante… (en este punto dejé de teclear para reír de lo que yo misma acabo de escribir, ejem, continúo) un ser presuntamente «misterioso e interesante» que sacude su vida. En otra obra menos conocida como es la novela La gente feliz lee y toma café de Agnes Martin-lugand de nuevo vamos a lo mismo: La familia directa de la prota acaba de fallecer lo que la conduce a encerrarse un año en casa incapaz de poner orden en su vida, se muda a un lugar lejano en busca de una nueva perspectiva, ¡y se encuentra a un hombre «misterioso e interesante» que sacude su vida! Sin ir tan lejos, Shigatsu wa Kimi no Uso parte de una base muy similar. Entonces ¿qué hizo que disfrutara de Shigatsu pero no de Buscando a Alaska? Todo está en la forma de desarrollar las cosas. Shigatsu no es sólo eso, tenemos un coro de distintas ideas y personajes que refuerzan la historia y añaden variedad, este tópico es usado más como un «despegue» que como eje principal, mientras más vamos avanzando más nos damos cuenta que los dos involucrados se van complementando haciendo su relación más recíproca; Buscando a Alaska se ciñe, para mi gusto, demasiado a esa premisa.

Mi principal problema llegó de mano de los personajes, el protagonista, Miles, es un ser abuuuurriidoo. Gran parte del tiempo está siendo arrastrado por personalidades más fuertes y los puntos interesantes que residen en él no me bastan. No miento, hay libros en que los protagonistas son parte del elenco de personajes interesantes y no sólo el tipo que tiene que ser ingenuo para que el escritor tenga una excusa para explicar las cosas.

Hemos llegado al plato fuerte del asunto: hablar de Alaska. Con todo respeto, un personaje declarado «rebelde» que se la pasa llenándose los pulmones de nicotina no es mi primera opción para definir «interesante» y ya ni hablar de «enigmático». Alaska nunca me pareció ese espíritu libre (que era como aparecía en la mente de Miles) sino una persona totalmente destruida. Fue el personaje menos atrayente para mí, para mayor desgracia. Por más que intento no puedo sacar a colación algún rasgo positivo en ella pero me vienen a mente un montón de cosas que no me gustaron. Hagamos una comparación con Kiritsugu (Fate/Zero) que si bien son de dos mundos totalmente diferentes ¡resulta que Kiritsugu también es una persona totalmente destruida que se la pasa llenándose los pulmones de nicotina! ¡Y sin embargo él sí es un personaje que me agrada! Para mí la principal diferencia es que en Kiritsugu brilla una llama de esperanza, todavía se sostiene por un ideal, Alaska no. Ella es simplemente caos, desesperación, impaciencia. Punto para John Green, creo que es justo lo que quería conseguir pero repito, yo no lo disfruté.

Y no, no es que no pueda apreciar una buena tragedia o una historia gris, es que Buscando a Alaska no me parece una obra maestra imperdible, mi vida no cambió ni un poco después de leerlo, no tuvo la fuerza suficiente para hacerme reflexionar y no pasé un buen rato, ¿de qué me agarro entonces? Tal vez otras personas encuentren aquí un algo que yo simplemente no puedo ver, reitero, reconozco que es un buen libro, pero no para mí.

Para finalizar (y después de hacer comparaciones sin ton ni son XD ) Si por algo voy a recordar el libro, será por la frase:

Si las personas fueran lluvia yo sería llovizna y ella un huracán.

Puntuación: 5/10

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